¿Por qué las mujeres mexicanas ven más porno?

MÉXICO  “Por supuesto que me gusta”, ataja Mariana R., al reconocer que le gusta “de vez en cuando” ver pornografía. Dice que es porque la “pone cachonda” y puede ser muy útil cuando no tiene ganas de sexo y su pareja sí. “Es de mucha ayuda”, señala aunque reconoce que tiene algunos límites.

Aún así es una de las mujeres que ubica a México en el cuarto lugar de consumo mundial en contenidos pornográficos sólo detrás de las filipinas, las brasileñas y las sudafricanas, según el análisis 2018 de la página Porhub que documenta que el consumo de las usuarias femeninas aumentaron un 29%  en todo el mundo.

En un comunicado, Pornhub detalló que esto se explica porque se están rompiendo “los tabúes” sobre la sexualidad de las mujeres. Entre las mexicanas los contenidos que más disfrutan, según el ranking del sitio web, es el sexo oral a una mujer, el sexo lésbico y  el romático. El sexo rudo, la doble penetración y el gangbang (con varios hombres) también está en su lista.

Mariana R., de 28 años, busca porno de todo tipo. Sus límites están en reconocer sus hábitos de manera abierta y pública (prefiere que no se publique su apellido), aún no puede hablar con sus padres de manera abierta, o con gente que no es amiga y prefiere no verlo con su novio.

Victoria Fuentes, directora de la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar, destacó que la sociedad mexicana todavía tiene una parte conservadora y hay mucho que trabajar porque esta apertura sexual a medias para aceptar la sexualidad como algo natural provoca que, por un lado los adolescente estén teniendo relaciones desde muy temprano y por otro no les demos apoyo.

“La consecuencia es que por la apertura sexual está  creciendo el número de menores que tienen su primera relación sexual entre los 10 u 11 años, y muchos padres de familia lo ignoran”.

De cualquier manera, la apertura femenina es un gran paso. Rebeca P., de 20 años, dice que no le avergüenza ver pornografía e incluso observarse ella misma desnuda con un espejo y explorarse. “Al final de cuentas es algo muy normal como ver, respirar, comer… ¡no sé cual es el problema”.

Carlos Lejtik, gerente de Pfizer México, informó que también hay una parte de la  generación de  adolescentes responsables con gran apertura: “buscan métodos anticonceptivos más discretos y de fácil acceso como los inyectables que “ofrecen libertad, seguridad y confianza en las mujeres que desean tener una vida sexual plena”.

fuente:eldiariony.com

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