¿Por qué en RD se celebra el Día de las Madres el último domingo de mayo?

El Día de las Madres es una de las celebraciones más importantes en todo el mundo, por el hecho de honrar a ese ser que es capaz de dar vida y de amar incondicionalmente. A diferencia de otras festividades, esta no se celebra en la misma fecha en todos los países, sino que varía. En Estados Unidos, por ejemplo, tiene lugar el segundo domingo de mayo, luego de que la ama de casa Anna Jarvis decidiera dedicar un día puntual a las madres, en especial a la suya, la activista social Ann Marie Jarvis, quien murió el segundo domingo de mayo de 1905.

En el caso específico de República Dominicana, la festividad tiene lugar el último domingo de mayo, lo cual también tiene una razón de ser. Para el año 1926, luego de la desocupación norteamericana y durante el gobierno del General Horacio Vásquez, su esposa, Trina de Moya, y la educadora Ercilia Pepín, establecieron en Santiago de los Caballeros el primer Comité pro-Día de las Madres, a modo de exaltar a ese ser tan preciado. Ese mismo año, aquel día quedó establecido de manera oficial como un homenaje que debía ser celebrado cada año.

La primera fiesta del Día de las Madres en el país fue el 30 de mayo de 1926. Para esa fecha el Comité conformado por Trina de Moya y Ercilia Pepín instituyó como símbolos el clavel rojo para representar a las progenitoras vivas y una azucena o nardo para las fallecidas. La festividad estuvo conformada por diferentes actividades públicas y privadas, a modo de incentivar y motivar a las personas a seguir con esta tradición.

Para la santiaguera Ercilia Pepín, esta celebración es una tendencia a la humanización de la existencia del pueblo dominicano, una forma de honrar a todas las madres exaltando su amor, patriotismo, bondad, gratitud y desprendimiento. Así lo dejó plasmado en su escrito titulado “Invocación en el Día de las Madres”, en el que también consideró a las dadoras de vida guías de las generaciones, en las que el sufrimiento del doloroso devenir del pueblo dominicano encarnó el sentimiento de la dominicanidad, para que los hijos agradecidos aprendieran a construir la patria.

Otro de los aportes que hizo dicho Comité fue el himno a las madres. Estos versos, escritos por Trina de Moya, todavía forman parte de la tradición dominicana, sobre todo en las escuelas en días próximos a la festividad, para enaltecerlas

fuente:diariolibre,com.do

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