El sexto aniversario de la réplica de la Voz del Yuna

Este domingo 1ro. de agosto del presente año el mundo será testigo de un acontecimiento histórico vinculado con la cultura, el canto y la bohemia de América. Este día, de forma valiente, un grupo de ciudadanos de Bonao, a través de un acto de esfuerzo, compromiso y altruismo, contra vientos y mareas, entregarán la memoria histórica de 79 años en el que Bonao, apenas siendo una aldea de una población de algunos dos mil y algo habitantes, recibe en su seno, un 1ro. de agosto del 1942, la otrora Voz del Yuna.

Cabe decir, que en mérito de resaltar las cosas positivas de una obra realizada en una época especial de la história dominicana, es menester destacar que la misma representó la más elevada impronta en termino de sentido de pertenencia para un pueblo, ya que en aquel Bonao del ayer, aldeano y rupestre aún, con escasamente una población, precisando el dato, de 2,129 habitantes, y quien solo contaba, para el año 1940, con las calles; Dr. Pedro A. Columna, al suroeste, al sudeste existía la calle Quisqueya, España, Isabel La Católica, al oeste tenia las calles Las Mercedes, Padre Billini, San Antonio y otras muy escasas. Lo demás eran callejones.

Por lo tanto, si bien es cierto que dicho pueblo de Bonao, recoge en sus anales una rica y amplia diversidad de elementos culturales que datan de los años 40’s y que son expresiones que significan las más elevadas reservas arquitectónicas y culturales de dicho pueblo, en las que se citan; entre otras, el Casino del Yuna, (1926) el Bonao Country Club, (1943), La Lira del Bonao, La Logia de Bonao, en el mismo espacio de tiempo,  en fin obras que representan la memoria viviente de su acervo cultural, así como su pasado. Al margen de la trascendencia y la importancia de estos monumentos, existe uno en particular que constituye la cimiente de la radiodifusión y la propia televisión dominicana. Se trata de la otrora Voz del Yuna, la cual desde el año 1942 hasta el 1946, desde el corazón del pueblo, representó la meca del canto y el arte dominicano, pero asimismo,  la platea artística de una vasta legión de exponentes, cantores y artistas de fama mundial.

A partir del 17 de junio de 1946, bajo la voz trémula y apagada de uno de sus locutores, Ramón Rivera Batista, sorprendió al mundo cuando anunciaba ¨Bonao, al irnos te decimos que estarás siempre en nuestros recuerdos.¨  Y eso no era un simple decir, en la Voz del Yuna se albergaron, como decimos, grandes constelaciones de estrellas del arte dominicano y de playas extranjeras, que al ser  trasladada a Santo Domingo, sin dudas, le generaban un duro golpe cultural y la perdida de ser un referente mundial enclavado en dicho pueblo.

Sin embargo, este monumento tipo victoriano, duró desde marzo del 1946 hasta el 2014, un largo tiempo de 68 años de abandono, el mundo quedó inerte y petrificado ante la mirada  atónita de los Bonaeros, o cuando no, indiferentes a su rehabilitación, y quizás por temores del que dirán, sin importar que en sus tablas, carcomidas ya por la polillas, al llegar a servir de refugios de damnificados de los ciclones de la época,  se convirtió en una de las peores ruinas de nuestros monumentos emblemáticos. Y el pueblo, quizás para no particularizar, obnubilado y ciego sobre la grandeza cultural de este espacio de registros históricos de la época del canto y el bolero,  dichas memorias, estaban quedando atrapadas entre sus escombros bajo la indiferencia de todos.

No fue sino en los años 1982´s, bajo la egida del Gobernador –primero de la Provincia Monseñor Nouel, Dr. Alberto Peña Vargas-, que surge un efímero movimiento pro su rehabilitación. En ese tiempo, con la ilusión de resucitarlo en el mismo espacio original de la Padre Billini, -antigua calle el comercio-, esquina Av. Dr. Pedro A. Columna, se estructuró un comité pro rescate de la Voz del Yuna. Ante la envergadura y laboriosidad de tal proeza, aunque el comité realizó una agenda de trabajo con tal propósito, sucumbió el sueño, por no ser una tarea fácil, precisamente, esta estar enredada por múltiples factores adversos, entre ellos, sociales, falsas creencias y prejuicios y me disculpan, que hasta quien escribe fue de esa camada, le faltó consistencia y entrega total a la causa.

Tras pasar el tiempo, los listones, cuartones y columnas de esta majestuosa obra, se exhiban como si fueran las costillas cadavéricas de su otrora e imponente estructura arquitectónica, que de tantas glorias y recuerdos, constituía un archivo a cielo abierto  que guardaba incólume en sus salones y pasillos, unos desvencijados, otros con las huellas de la inclemencia y la indiferencia,  toda la memoria histórica de lo que fue la cuna del canto y el arte de américa y el mundo.  La Voz del Yuna, exhausta e invalida por el tiempo no podía levantar vuelo ni salirle huyendo a su inhóspito abandono. Parece que la generación de la época, quizás, para no ser culpado  de verdugos de la definitiva desaparición de sus vestigios y, al propio tiempo, con prurito social, para no ser responsable de ser acusado de Petanista, en vez de asumir su restauración, prefirieron   desmantelar sus vahídos y destartalados escombros.

Parece, que no nos dábamos cuenta de la riqueza cultural que representaba su simple presencia en su natal intersección de las calles Padre Billini, antigua calle el Comercio, y la Dr. Pedro E. Columna. No obstante, en el año 2008, una persona la asume como un sueño, quizás libando sus recuerdos de niño o tal vez  retozando con las fabulosas anécdotas que de la Voz del Yuna, les contaban sus antepasados, las cuales, sin lugar a dudas, se aposentaron en la memoria del inquieto y fecundo ex senador, Feliz Nova Paulino, para dentro de sus proezas ciudadanas, ponerlo en agenda, a decir del profesor Marino García (fallecido) como otra obra de un mecenas de la cultura.

En consecuencia, cual bohemio peregrino, asume su reestructuración como un legado a las nuevas y futuras generaciones, a fin de que los que disfrutaron sus bellos espectáculos no la añorasen, y que tampoco, que las nuevas generaciones no preguntasen, ¡que fue eso la Voz del Yuna! ¡Enhorabuena! Este proyecto que inició como un sueño, ha ido logrando bajo el tableteo de los francotiradores, y ya brilla imponente como una realidad en su nuevo domicilio de las calles 16 de agosto y la Luperón del municipio de Bonao, justamente las dos simbologías más vinculantes de la Restauración del 1863. Hoy, justamente, aquí yergue incólume, portentosa y  como un sello de un sueño de que las nuevas generaciones no carezcan de espacio para su riqueza cultural. Simplemente, por inconmensurable y descomunal, hoy disponemos de la versión replicada de  la Voz del Yuna: como una nueva restauración de las expresiones de una época dorada de nuestro pasado.

Y los niveles de compromisos en mantenerla de pie, ha servicio de acicate e inspiración para que su patronato, integrado por; el Dr. Ramiro Plasencia del Villar, su presidente, el señor Félix Nova, como su gestor, Jim Hernández, tesorero, José Lino Martínez, como su director de cultura, Claritza Jiménez, como su secretaria, y otros directivos y colaboradores, como; Gedalias Rosario, Doña Arelis Hiciano, Frank Mercado, Martin Soriano, Ángela Mena y su directora, Sandra Fernández, y todo un equipo de altruistas y obreros de la cultura, hayan aunados esfuerzos, incluso sin disfrutar de la asignación del presupuesto que ampara las ONGs, para el 2021, poniendo de manifiesto su empoderamiento social, para este domingo 1ro. de agosto, una vez más, en el marco del  sexto aniversario de la réplica, celebrar como un acto de resiliencia, o sea, como un aporte a nuestro pueblo de vivir un momento de esparcimiento a fin de que le sirva para superar la circunstancia traumática del Covid-19, y cumplir con su sagrado compromiso de resguardar, exponer y mantener viva nuestra cultura como expresión de nuestra propia identidad como país y como pueblo.

Ya en el colofón, invitamos al país, en especial a la provincia Monseñor Nouel, seguir siendo testigo de la historia conectándose con los diferentes medios de comunicación que servirán de enlace, a fin de que con este sexto aniversario de su réplica, reverenciemos, póstumamente, al Dr. Dr. Pedro E. Romero Confesor y al Ing. Pedro María Jiménez, decano intelectual y emprendedor, y propulsor de la televisión por cable de la provincia, indistintamente, y así también en el mismo orden, para que recibamos la antorcha que un 1ro. de agosto del 1952, asumió doña Cristina Camilo al inaugurar el programa Felipa y Macario al surgir este, como hijo de las entrañas de la Voz del Yuna, la televisión dominicana, y como un solo cuerpo celebrar la satisfacción de develizar una efigie suya en el paseo de las estrellas de La Voz del Yuna, asimismo, nos conectemos con el altísimo, en un justo y merecido reconcomiendo a la labor eclesiástica del nuevo Obispo de San Juan de la Maguana, Tomás Alejo Concepción, también una pieza clave de nuestras raíces Bonaera, teniendo además, la expresión de gracias para la empresa minera Cormidom, por su alto compromiso de operar en un ambiente amigable a la naturaleza y por extender su brazo solidario en pro del tejido social de Bonao.

fuente:acento,com.do

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