El ácido discurso de toma posesión de Antonio Guzmán en presencia del saliente Joaquín Balaguer

Después de un tenso proceso electoral el 16 de mayo de 1978 que sumió al país en una incertidumbre por casi dos meses, finalmente el candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Antonio Guzmán, tomó posesión el 16 de agosto de ese año en la Asamblea Nacional a la que asistió el presidente hasta ese momento, doctor Joaquín Balaguer, quien escuchó de manera estoica las acusaciones que le hizo su sucesor.

“Yo espero que Dios me ayude a contribuir para que en el futuro las consultas electorales constituyan acontecimientos normales en la vida de la nación sin alterar en lo más mínimos las actividades de la vida nacional”, dijo Guzmán durante su discurso.

Se refería a las acusaciones de fraudes que le hizo el gobierno saliente al PRD para empañar su triunfo como “pretexto” para la “inconstitucional decisión” de la Junta Central Electoral de asignar votos no emitidos al PRSC y despojar de cuatro senadurías al partido blanco a fin de que la organización liderada por Balaguer obtuviera mayoría en el Congreso Nacional.

Las senadurías de las que “se despojó” al PRD correspondìan a las provincias Bahoruco, La Altagracia, María Trinidad Sánchez y El Seibo

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Luego de que el presidente de la Asamblea, el senador Juan Rafael Peralta Pérez, le colocara la banda presidencial y de ser felicitado con un abrazo por Balaguer, Guzmán acusó a su antecesor de abusar de los recursos del Estado para quedarse en el gobierno

“El Partido Reformista utilizó, de una manera inescrupulosa todos los recursos del Estado en su afán de continuar al frente de las cosas públicas”, arremetió Guzmán en presencia también de cientos de representantes de gobiernos internacionales que vinieron a la toma de su posesión, incluido el secretario de Estado estadounidense Cyrus Vance, y altos militares dominicanos.

Afirmó que “la situación de desasosiego creada por las impugnaciones masivas” del PRSC “generó unos días de recesión económicas y de repercusión negativas para el futuro inmediato del país”.

“En nuestro país se ha vivido en los últimos años una grave crisis moral e institucional. Esta situación ha generado como máximo exponente la enorme corrupción administrativa que el propio gobierno saliente ha tenido el valor de reconocerlo”, agregó el exmandatario que se suicidó 42 días antes de concluir su período de cuatro años.

El próximo domingo, Luis Abinader Corona, presidente electo del Partido Revolucionario Moderno (PRM), una organización que surgió hace seis años, como consecuencia de la división del PRD, se alzará con la tan anhelada cinta ancha en el tradicional acto solemne en el Congreso Nacional.Contrario a como ocurre desde hace 42 años

Contrario a como ocurría desde hace 42 años, el saliente presidente Danilo Medina no estará presente en la Asamblea Nacional para escuchar el discurso de Abinader Corona.

El traspaso de la banda presidencial de Medina a Abinader se realizará en el despacho del presidente del Senado en un acto privado, pero que será transmitido en vivo a todo el país. Después, el mandatario saliente se retirará del Congreso Nacional.

“Danilo Medina entregará al presidente del Senado la banda presidencial con la presencia de Luis Abinader y una reducida comitiva para respetar el distanciamiento físico, necesario para evitar la propagación del coronavirus (COVID-19), informó la Presidencia de la República.

Este anuncio sorprendió a algunos ciudadanos y políticos, quienes recuerdan que el mandatario ha tenido en los últimos días una agenda intensa con inauguraciones de obras en las que asisten multitud de personas, por lo que en esas actividades también aumentan los riesgos de contagios del virus.

Transcurrieron 100 años, según el discurso de Guzmán

Al empezar su discurso de toma de posesión, Antonio Guzmán dijo que hacía “exactamente 100 años” ese 16 de agosto de 1978 que se había realizado “la última transmisión de mando presidencial de un candidato perdedor a uno ganador.

Sostuvo que ese gran acontecimiento para la vida democrática dominicana ocurrió “cuando en 1878 el presidente Cesáreo Guillermo le entregó el poder a Ignacio María González”.

“Este hecho demuestra la gran significación que para el afianzamiento de la democracia en nuestro pueblo tiene esta toma de posesión ya que después de un siglo de accidentada historia política caracterizada por la debilidad de nuestras instituciones con este solemne acto se abren hermosas y provisorias perspectivas para nuestro orden institucional”.

“El acontecimiento –agregó- debe servir para reforzar la fe de los dominicanos en los beneficios que se derivan del sistema democrático pues este pueblo tuvo, con sobradas razones, momentos de gran escepticismo frente al ejercicio de gobiernos esencialmente negadores de los principios que sirven de base a nuestro ordenamiento social”.

Guzman tenía 67 años al juraentarse como presidente dominicano e inició el primero de dos períodos gubernamentales consecutivos del PRD, que concluyó con el de su compañero de partido, doctor Jorge Blanco, en 1986.

fuente:diariolibre.com.do

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