Algunos profesores favorecen que se dé por terminado el año escolar

Una de las medidas que más ha impactado la dinámica familiar y la vida de los niños frente a la actual pandemia de coronavirus ha sido el cierre de los centros educativos en todos los niveles, una disposición que forma parte del distanciamiento social que debe imponerse para disminuir el ritmo de contagio del virus.

En virtud del tiempo de docencia que los estudiantes han perdido a causa de estas medidas, surgen muchas interrogantes, entre ellas la de ¿cuándo será seguro para los niños el regreso a clases?, y, en vista de que nadie sabe a ciencia cierta qué curso tomará el comportamiento del virus en lo adelante, ¿qué debería pasar con el resto del año escolar?

Para la profesora Francisca Piña, de la escuela Santiago Hirujo Sosa, en Santo Domingo Este, la respuesta es clara: la solución más viable es dar por terminado el año escolar.

Explica que, puesto que ya se ha impartido el 70 por ciento de los contenidos del currículo escolar, lo más factible es que los estudiantes no se reintegren a clases, lo que, a su juicio, evitaría muchos contagios.

“Si se toma esa decisión (dar por terminado el año escolar) se puede hacer una planificación con los contenidos que faltaron y dárselos a los niños al inicio del próximo año escolar, así no se exponen los estudiantes ni se exponen los maestros a contagiarse de coronavirus”, expuso Piña.

De su lado, Selmira Vélez, educadora y terapista de aprendizaje, coincide con la maestra Francisca Piña en que, de retomarse el año escolar, los padres no se sentirán seguros de enviar a sus hijos a los centros educativos, pues “esto todavía no ha terminado”, expone.

Al analizar la situación, la educadora considera que no hay necesidad de someter a los niños a terminar lo poco que queda del año escolar, debido, en parte, al síndrome post traumático que pueden dejar las situaciones vividas durante la pandemia en el estudiantado.

“Viene un síndrome post traumático que lo vamos a vivir todos, los niños y los adultos, entonces que entiendo que debemos de ser más flexibles”, apuntó Vélez.

Dijo que el departamento de psicología de cada plantel educativo deberá plantearse cuáles son los daños colaterales que la pandemia de coronavirus haya podido dejar, tanto en estudiantes como en maestros, e implementar una semana de orientación, una vez se inicie el próximo año escolar.

En cuanto al aspecto académico, Mary Familia, técnico docente del Ministerio de Educación, opina que hay que esperar a que pase todo el proceso de la pandemia, para luego tomar unos días para reforzar en las aulas y luego evaluar en base a los contenidos dados, qué curso podría tomar la docencia.

Coincide con sus colegas entrevistadas en que hay tomar en cuenta la parte psicológica que arrastra y afecta toda esta situación, y propone incluso que la mayoría de los estudiantes sean beneficiados con la promoción de grado y/ o nivel.

No hay tiempo perdido

Para Kharen Ayats, maestra y directora del preescolar Los Pepitos, en el Distrito Nacional, el tiempo que los estudiantes han permanecido alejados de los planteles no lo considera como perdido, pues a su juicio, ha sido una oportunidad de reconexión de las familias, un reconectar de padres e hijos.

“Para mí es un tiempo totalmente positivo, en el sentido de ese reencuentro familiar. A veces como sociedad nos enfocamos mucho en lo académico, en lo cognitivo, y hace mucha falta en la sociedad esa integración de padres e hijos, ese aprender a conocernos, ese mundo de valores que se puede transmitir, el aspecto académico se recupera”, expone Ayats.

Explica que las capacidades que los niños en edad preescolar adquieren en sus escuelas, las siguen ejercitando en casa de manera natural, con el valor agregado de que sea mamá y papá quienes les acompañen y les ayuden a explorar y a aprender, lo cual califica como algo invaluable.

Expresa que es un momento de revitalizar el aspecto psicoafectivo de los niños, sus emociones, su autoestima, que son también contenidos a aprender y a los que tal vez no se le ha dedicado el tiempo que merece.

El 17 de marzo de este año se dispuso la suspensión de la docencia en la República Dominicana, junto al cierre de los comercios y otras medidas que restringen la circulación de personas, como un forma de reducir los contagios por coronavirus, que la fecha ha cobrado la vida de 173 dominicanos.

El Ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, ha informado que cualquier decisión en torno al curso del presente año escolar deberá ser aprobada por el Consejo Nacional de Educación (CNE), el cual aún no ha sido convocado.

fuente:diariolibre.com.do

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