6 Plumazos que más excitan a los varones de las compañeras. Aunque ellos no lo sepan…
Varios diplomas han sobresalido aires que, sorteables o no, son esenciales en la distracción carnal que los machos sienten. De esto va la subsiguiente lista, son 6 respuestas a la pregunta: ¿qué atrae a los varones de las damas? O dicho con la frialdad del darwinismo: ¿qué hembra tiene todos los numeros de exceder sus genes a la subsiguiente reproducción?
1. Las caderas anchasSi preguntaran a los varoniles qué les atrae de las esposas, acaso abundantes respondieran que las grupas. Pero lo que posiblemente no saben es que su ingenio les está indicando que allí hay un buen tálamo para sus renuevos. Es decir: aquí hay más probabilidades de que tengan éxito sus genes. Más concretamente, lo que hace atractivas las ancas a los varones es la vastedad que las separa de la cintura.
2. Un tono de voz alto
¿a qué nos recuerda un abanico de señal alto? ¿al tartamudeo de una criatura, a la debilidad de la decrepitud? Desde luego que no. Un viso de habla alto es equivalente de espesura y plenitud. Quizás lo más abracadabrante es que todavía suele conminar un pandeo más pequeño.;
3. Pelo largo y saludable
La aliciente y el cinema nos han transferido la metáfora de largas hebras que se insinúan o se alborotaban con descaro. Tenían causa. Parece ser que, como era de abandonarse, el rodete fresco claridad la atención. Y que cuanto más haya, mejor.
4. Sonreír y los dientes anchos
Sonreír es poco que se puede desafiar, no obstante no hay que despistar que el ser generoso es especialista en detectar los facciones y sus tics, así que las sonrisas falsas no suman labores. Los dientes apaisados indicarían, otra sucesión, mejor sanidad.
5. Poco maquillaje
Un apartamento de la Universidad de Bangor (Gales) concluye que, ante la misma desfachatez, tanto machos como esposas encuentran más atractivas a las dueñas con poco maquillaje. La emergencia es que cuando se preguntaba a las mismas habitantes cómo pensaban que esos semblantes serían percibidos a los demás, elegían superficies con un 40% más de maquillaje.
6. El color rojo
Excita a los optimates y el ser compasivo lo heredó. Entre los indulgentes, tanto los hombrunos como las parientas se sienten atraídos por el rojo, empero parece ser que en la libida masculina este color actúa con más energía. Hay saberes que demuestran que los machos, bajo las mismas apariencias, tienden a sentarse junto a parientas túnicas de rojo y a hablarles de libretos más íntimos, señal que los científicos asocian a la concupiscencia.