Un dólar con 13 centavos: este fue el precio exacto que cerró la compra de uno de los castillos más espectaculares de Europael castillo de Marienburg, en el Estado de Baja Sajonia, Alemania. Propiedad del príncipe Ernesto de Hannover, el aristócrata explicó por qué entregó esta magnífica propiedad al estado por una cuantía irrisoria.

«Ya no podía seguir haciéndome cargo de los gastos» admitió el príncipe.

Según informó el jefe de la casa Güelfa, probablemente la dinastía más noble de Alemania, ya no podía continuar costeando las obras de restauración y conservación que requiere el colosal inmueble. El mantenimiento del castillo, de 135 habitaciones, estaba exterminando su riqueza personal.

Así, a pesar del simbólico precio de venta, la realidad es que para no convertirse en ruina, la que fuera residencia oficial de la noble familia obliga a desembolsar una inversión de treinta millones de euros (34 millones de dólares americanos).

Esa será la cantidad que deberá desembolsar el Estado a partir de 2020, momento en el que comenzarán las obras de rehabilitación que se costearán con 27 millones procedentes de las arcas públicas.

«Ha sido una decisión de una gran importancia para mi familia» explicó el príncipe. «Hemos encontrado una buena solución que permitirá que el palacio y su inventario puedan conservase para el público» añadió.

Por su parte, el ministro regional de Cultura, Björn Thümler, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), admitió que no puede garantizar que con esa cantidad sea suficiente, y avanzó que una vez comiencen las obras existe la posibilidad de que el presupuesto inicial aumente. De hecho, según la valoración de expertos, para que el castillo no se caiga a pedazos se requerirán hasta 60 millones de euros (cerca de 70 millones de dólares).

Aún se desconoce la finalidad que se le dará al castillo, una vez se acometan las urgentes obras. Lo más probable es que se convierta en un museo y un hotel. De su gestión se hará cargo la inmobiliaria Liemak Inmobilien GmbH, una filial de Klosterkammer.

La historia del castillo se remonta a 1857. Ese año, Jorge V de Hannover llevó a su esposa Marie a una colina situada a 135 metros de altura. Allí le anunció que en ese cerro erigiría un castillo de ensueño en su honor, inspirado en el medievo por la afición de Marie a los cuentos de hadas.

Un año después comenzaron las obras, aunque Jorge V nunca llegó a ver el edificio final, de estilo romántico, por la ceguerra que padecía desde edad temprana. Ese idílico lugar acogía en 2017 el enlace del hijo mayor de Ernesto de Hannover, Ernesto Augusto Jr. de Hannover con su prometida, Ekateryna Malysheva.

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